Bette Smith y el infalible poder del soul

[:es]La imagen dice mucho de un artista. Si sobre el escenario nos encontramos con una poderosa mujer afroamericana, ataviada con un modelo retro, mono azul con volantes y vivos dorados, mangas y pata ancha, plataformas altas y una pelambrera florida, tipo bola de discoteca, pelo rizado hasta lo imposible, es lógico asociarla al soul y todos sus derivados -funk, blues, gospel, rhythm and blues-. Si además su banda tiene una sólida base rítmica, un buen director musical a la guitarra y una sección de metales competente, no podemos equivocarnos. Bette Smith responde a estos cánones, y su concierto dentro del Festival Internacional Canarias Jazz & Más Heineken fue, en esos términos, infalible.

A pesar de que no llegó en las mejores condiciones -arrastraba cierta afonía- el público que llenó el Parque Municipal de Santa Brígida disfrutó de su poderío escénico y vocal. Sin ser un portento, su voz se adapta con facilidad a un repertorio que en esta ocasión logró el beneplácito del público. Un concierto que empezó con fuerza, con I Found Love (un tema de Lone Justice coescrito por Steve Van Zandt y Maria McKee), y que luego buscó momentos para el refugio y alguna tregua para sus cuerdas vocales, haciendo un recorrido amplio por su único disco editado hasta la fecha, Jetlagger, del que sonaron entre otros Manchild, Shackle & Chain, Do Your Thing, Moaning Bench o el que da título al disco. En el capítulo de versiones, hizo algún tema para el recuerdo, como por ejemplo el To Love Somebody, que los Bee Gees escribieron para Otis Redding en 1967 y que grabaron en su primer disco, un tema marcadamente soul que luego han interpretado artistas tan distintos como Nina Simone, Michael Bolton o Bonnie Tyler, aunque la propia Bette se refirió más cercana a la que interpretó en su día Janis Joplin.

También sonaron otros temas reconocibles, como el Nutbush City Limits de Ike & Tina Turner y una excelente versión de The Thrill is gone, un blues escrito por Rick Darnell y Roy Hawkins y que popularizó el maestro B. B. King en 1970, en el que destacaron los solos de trompeta de Michael Sarian (músico canadiense criado en Argentina) y del saxofonista Aarón Pozón. En su recta final, fundamentalmente en los bises, el público dio rienda suelta a sus ganas de fiesta contenidas por el protocolo de las sillas que ocupaban la parte central del lugar, tomando la parte delantera del escenario en un baile comunitario y casi lisérgico con la propia Bette Smith, en un final digno de una fiesta con tanto color.

FICHA TÉCNICA

Grupo: Bette Smith
Componentes:
Bette Smith: Voz.
Curtis Brewer: Guitarra
Stuart Kemp: Bajo
Max Yassky: Batería
Michael Sarian: Trompeta
Aaron Pozón: Saxo.
Lugar: Parque Municipal de Santa Brígida (Gran Canaria)
Fecha: 13 de julio de 2019.
Autor: Mario Alonso
Fotos: Sabrina Ceballos.

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