Yes, Lord! La noche de Karrin Allyson
Apareció entre penumbras para iniciar el set con A Felicidade, la popular bossa compuesta para la película Orfeu Negro. Éste fue el comienzo de una noche amable que transcurriría sin mayores sobresaltos ni riesgos. Temas de su último disco, basado en composiciones propias, alguna versión más de Tom Jobim, el eterno Ne Me Quitte Pas de Jacques Brel o el himno con aires irlandeses And So It Goes de Billy Joel, (interpretado mano a mano entre Miss Allyson y el contrabajista) entre otros, formaron parte del personal songbook que nos ofreció en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria.
Su capacidad vocal y su dominio del escenario, así como de los músicos (se nota en este aspecto que no es una simple intérprete, sino que ha estudiado la carrera de piano) quedó patente. Todos aquellos palos que tocó los abordó con solvencia y soltura. La sección rítmica era un compacto bloque que la llevaba en volandas sin tomar excesivo protagonismo. Me atrevo a decir que su simpatía y empatía conquistaron a todos los asistentes, bastante más de medio aforo.
La sección rítmica mencionada, Miro Sprague, piano y Fender Rhodes, Jeff Johnson, contrabajo y Jerome Jennings, batería, fueron el perfecto vehículo para el lucimiento de Allyson.
Miro Sprague se reveló como un músico refinado al piano que destacó especialmente cuando se sentó al Rhodes, dándole inmediatamente un aire más fresco a la sesión. A pesar de que no se le oía muy claramente en ocasiones, Jeff Johnson cumplió eficientemente y sobresalió primordialmente con el arco en la intro que arregló para el tema de Billy Joel. Destaco especialmente al batería Jerome Jennings. Un constante tráfico de mazas, baquetas o escobillas, ya fueran en platos, elementos de percusión o la misma caja, fueron marca de la casa. Brillante detalle el que tuvo al acercarse a desactivar la bordonera de esta última cuando se quedaron solos Allyson y Johnson, para evitar molestas vibraciones. Su solvencia y actitud, seguridad y rapidez en las paradas fueron la tónica. Inolvidable su mirada al cielo en el solo de bombo que nos brindó.
Karrin Allison se retiró entre bambalinas dejando a los músicos solos ante un enérgico instrumental y llegó el momento álgido de la noche. Pasaron de ser un digno trio de sesión a un Trio de Jazz. Aquí, libres de “ataduras”, dieron rienda suelta a sus instintos. Por momentos la añeja sala del teatro se convirtió en un humeante Jazz Club de Kansas City.
A pesar de ser una gran ejecutora de scat, no fue hasta Moanin’ (la inmortal composición escrita por Bobby Timmons, Yes Lord!) donde nos dejó claro que podía habernos ofrecido bastante más. Acaso si el set hubiera estado orientado a estándares en vez de a temas propios, habría sido más pródiga en ellos.
Después de 14 temas nos regaló un trepidante tema de su último disco, Shake It Up. El bis se convirtió en la anécdota de la noche ya que el pie de micro cobró protagonismo al insistir en bajarse (harta de él, pero sin perder la sonrisa, acabó entregándoselo al público de la primera fila). La agradecida y legendaria acústica del Galdós ayudó a que sonara como un equipo HiFi de alta gama, lástima no haber sido un poco más generosos con el volumen. En definitiva, una noche agradable y correcta, impecablemente ejecutada, en la que personalmente eché en falta un poco más de atrevimiento.
FICHA TÉCNICA:
Artista: Karrin Allyson
Componentes:
Karrin Allyson: Voz y piano.
Jerome Jennings: Batería.
Jeff Johnson: Bajo.
Miro Sprague: Piano acústico.
Fecha: 17 de julio de 2019.
Lugar: Teatro Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria).
Autor: César R. González.
Fotos: Nacho González.