Buena música para tiempos difíciles
• Miguel Ramírez, alma del Festival, da la bienvenida a los amantes del jazz
Aquí estamos, un año más, con la ilusión intacta, deseando que empiecen a sonar los primeros acordes y poder perderme mas allá, tan lejos como sea capaz, viajando a través de ese vehículo hacia la espiritualidad que es la Música. Buscando la libertad en el mundo de las emociones y a través de la honestidad de los músicos cuando hacen aquello que les apasiona. ¡Música!, ¡Buena Música!
De vez en cuando le pido a los músicos que me den una palabra para definir su mundo de músicas, lo que buscan, o lo que para ellos significa: Más allá (beyond), honestidad, libertad, espiritualidad, vida, son algunas de las que tengo anotadas y con las que un día me haré una camiseta (y otra para ti).
El año pasado le hice la pregunta a Eddie Palmieri y su palabra fue: Complicaciones. Me contó un montón de anécdotas y de historias con las que seguro se podría hacer, al menos, un largometraje. Historias de viajes, músicos, personajes, de clubes, festivales, promotores, millonarios, gánsteres, señoritas, emociones, etc…
Situaciones increíbles que sólo se pueden vivir desde el mundo de la creatividad compartida. Su palabra fue Complicaciones, y me dijo que el mundo de los músicos y de la música está lleno de ellas y que es prácticamente imposible que un gran proyecto perdure sin haber pasado por ellas.
Complicaciones técnicas, armónicas, melódicas, orquestadas, de personalidades, de ideas o de rutas, muchas veces inverosímiles hasta llegar al lugar deseado para enfrentarse a una audiencia que espera ilusionada, con el alma entregada, deseando que la transportes lejos de lo cotidiano, con los ojos cerrados o abiertos, dando saltos o flotando sin moverse del lugar.
Complicaciones para tocar un poco de felicidad efímera pero real, compartida con todos aquellos que se dan cita con la necesidad de alimentar y cultivar sus espíritus, porque no sólo de pan vive el hombre. La alegría, la felicidad, las emociones, la música… son necesidades básicas para todos nosotros y no podemos, en nombre de la crisis, cargarnos todo aquello que hemos construido a través de los años y gracias a la honestidad de muchos. Es necesario que sigamos sumando, que nos encontremos para vivir experiencias que nos harán crecer como personas y que nos ayudarán a enfrentarnos con más fuerza a las dificultades. No debemos olvidar que nunca fue fácil, pero si estamos aquí es gracias al esfuerzo colectivo.
21 años de Festival, siempre con músicos excelentes, algunos consagrados y otros en el camino.
Hay que adaptarse a los tiempos, este año no hemos podido llegar a todas las plazas habituales en el Festival pero seguimos vivos y no renunciamos a ninguna de ellas.
Yo tengo fe en todos y cada uno de nosotros y estoy convencido de que saldremos adelante,…con complicaciones y sabiduría, amor, inteligencia, trabajo, y música, Buena Música.
A todos, ¡Feliz Festival!
Miguel Ramírez
Director del Festival